El eclipse solar del 14 de octubre en Colombia: qué es un anillo de fuego y cómo verlo de forma segura
El fenómeno astronómico se podrá observar en todo el país. Los expertos advierten de lesiones “extremadamente graves” a los ojos si no se toman las precauciones adecuadas.
Este sábado 14 de octubre ocurrirá un fenómeno astronómico único. A las 11.48 de la mañana de Colombia comenzará un eclipse anular del sol, el primero en el país desde 1998. La luna pasará entre la Tierra y el Sol y su sombra caerá sobre el planeta, explica en entrevista con EL PAÍS el astrónomo de la Universidad de Antioquia, Jorge Zuluaga. Unas horas más tarde, entre la 1.30 y las 2 pm, se presentará el momento de mayor intensidad del acontecimiento. El territorio colombiano se oscurecerá “como si estuviera de noche” y en el cielo se verá el anillo de fuego, una imagen que Zuluaga compara con “el ojo de Mordor” del Señor de los Anillos. A las 3:15 de la tarde, la sombra empezará a levantarse.
El astrónomo explica que aunque los eclipses son “espectáculos naturales maravillosos”, también son eventos peligrosos que coinciden con “un incremento en el número de personas que van a consultas” oftalmológicas. El intrigante fenómeno que se produce en el cielo puede ―y suele― provocar que las personas hagan algo que, según Zuluaga, no se debe hacer “bajo ninguna circunstancia”: mirar directamente al sol. Esto puede resultar en lesiones “leves, graves, o severas” a los ojos, advierte.
Y no son solamente los humanos quienes pueden hacer cosas extrañas durante un eclipse, pues el comportamiento animal también se puede alterar. La oscuridad puede hacer que los seres silvestres se confundan. “Tuve la oportunidad de ver el eclipse total de 1998 aquí en la costa de Colombia, y presencié cómo las vacas volvían al corral, pero al mediodía. Las aves volvían a sus nidos donde dormían. Fue muy bonito”, recuerda Zuluaga.
Los eclipses producen curiosidad en personas de todas las edades. El de este sábado será el primero en el país en 25 años, y el único hasta 2028.
¿Qué es un eclipse solar anular?
El astrofísico colombiano Juan Diego Soler, que investiga la formación de estrellas en el Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, explica por teléfono que el fenómeno es fácil de entender. “Un eclipse de sol es cuando la luna pasa por enfrente del sol. Es tan sencillo así”, sostiene. Este ocultamiento, dice Soler, hace que la luz del sol se oscurezca parcial o completamente.
Existen eclipses totales, cuando el sol está completamente bloqueado ―el último en Colombia fue en 1998―, y eclipses parciales como el de este sábado, en el que la luna cubrirá el 88% de la superficie del sol. En el momento cumbre se verá lo que se suele conocer como anillo de fuego.
¿Qué pasará el sábado?
El eclipse pasará por la mitad de EE UU, la península de Yucatán en México, Centroamérica, Colombia y Brasil. En el país, durante las aproximadamente 3 horas y media que dura el fenómeno ―de las 11:48 de la mañana a las 3:15 de la tarde― el ambiente oscurecerá. “Hacia las 1:30 del día, el ambiente será como si fueran las cuatro o las cinco de la tarde”, dice Zuluaga.
En algún momento entre la 1.30 y las 2.00 se verá el anillo de fuego. El sol se verá no en forma de disco, sino como un aro de brillante. Pero no durará mucho tiempo. “Son cinco minutos en el que se abre la ventana para ver ese anillo espectacular en el cielo. Esperemos que las personas lo puedan disfrutar”, dice Zuluaga, quien agrega que el espectáculo dependerá de que el cielo no esté nublado en ese momento.
Otra cosa que ocurrirá, según Soler, es que la temperatura bajará. “Va a hacer más frío porque la temperatura está determinada por el sol, aunque no totalmente”, sostiene. También explica que eso aumenta la probabilidad de nubes, lo que haría más difícil la observación del eclipse.
¿Cómo verlo de forma segura?
Mirar el sol es peligroso, sostiene Zuluaga. “Un segundo de exposición de luz solar a la retina puede producir un daño permanente”, dice. En condiciones normales, el cuerpo se protege a través de los párpados, que sirven como un mecanismo de defensa natural y que, en un acto reflejo, cierran automáticamente los ojos cuando hay mucha luz. “Si sales a la calle y miras al sol, tu cuerpo no te deja”, explica. El problema es que durante los eclipses el cuerpo se engaña: “Al ver la luz al 80%, 90%, se relaja”. Por eso, dice, hay que ser cuidadoso y protegerse. Alerta especialmente de “no utilizar instrumentos astronómicos” como telescopios o binoculares. “Eso es extremadamente grave”, advierte, pues concentran la luz solar y magnifican su potencia, como cuando se usa una lupa para quemar una hoja seca.
Existen varias formas seguras de observar un eclipse. El divulgador científico Germán Puerta asegura que lo mejor es utilizar gafas con vidrios de soldadura número 14 o superior. Estas se pueden comprar en cadenas de marca, las tiendas de los planetarios o páginas web, dice. Explica que hay otros filtros que funcionan, como una cámara oscura o un cartón eclipse, que se pueden hacer en casa. Según Puerta, hay varios tutoriales en YouTube que enseñan a fabricarlos.
Zuluaga agrega que se pueden comprar gafas diseñadas especialmente para los eclipses, con filtros de mylar, un tipo de plástico con aluminio que “se parece al papel de las papitas fritas”. Sin embargo, advierte de que existen diferentes calidades de mylar y no todas protegen lo suficiente. “Cuando vayan a comprar las gafas, que pregunten y que sea un fabricante verificado”, explica. Es fácil que un vendedor engañe a los consumidores con productos de baja calidad, explica Puerta, quien aconseja “no comprar nada en la calle”.
Pese a los numerosos productos especiales que están a la venta, para Zuluaga la manera más bonita y más segura de observar un eclipse no requiere de gafas ni de filtros. De hecho, ni siquiera es mirando al sol. “Es debajo de un árbol, mirando hacia el piso”, sostiene. El astrónomo explica que la luz solar se filtra entre las ramas y produce un “fenómeno muy bonito”: en el piso se ven muchos soles eclipsados. “Todo el mundo quiere mirar para arriba y nadie quiere mirar para abajo. Hay que mirar para abajo”, dice.