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La crisis del transporte intermunicipal podría prolongarse por dos años

Las 536 empresas que operan temen que haya proliferación de la 'piratería' en las vías

El transporte intermunicipal colombiano, que incluye buses, busetas, micros, colectivos y hasta taxis, no solo está en causal de quiebra debido a la inactividad por el cierre del 95% de sus operaciones, sino que los empresarios del sector creen que la recuperación tampoco está a la vuelta de la esquina. Los cálculos optimistas señalan que la normalidad en los ingresos de las compañías de flotas solo llegaría a finales del 2021.

Las razones de esta compleja situación son muchas. Por un lado, dos meses de parálisis del sector tienen agonizando a buena parte de las 536 empresas debidamente registradas y autorizadas ante el Ministerio de Transporte. De igual manera, se han visto afectados directamente los 76.000 conductores de 41.000 vehículos que transportan 139 millones de pasajeros anuales entre las 41 ciudades que cuentan con terminales de buses. Esta cifra no incluye a los viajeros entre poblaciones que no cuentan con una terminal.

“Estos factores, por sí solos, llevan a la quiebra a cualquier empresa”, afirma Javier Jaramillo, exsuperintendente de Transporte. De hecho, las compañías más grandes suspendieron temporalmente el 70% de los contratos laborales por falta de liquidez.

Jaramillo añade que el problema no termina cuando se levanten las restricciones a la movilización de pasajeros por carretera, pues esta actividad no solo será una de las últimas en reactivarse, sino una de las más afectadas por la baja demanda y por la rigurosidad que habrá que aplicar en los protocolos de bioseguridad. Incluso, los empresarios del sector están trabajando en esa normatividad.

En concepto de Jaramillo, si las compañías de transporte tenían pérdidas en épocas de normalidad, ahora es peor porque los vehículos no se movilizarán con el cupo completo.

El impacto de la crisis es dramático si se tiene en cuenta que las empresas de este sector generan más de 125.000 empleos directos formales, casi cuatro veces más que el renglón aéreo.

Además, existe personal administrativo de las sedes de las empresas, y el operativo que labora en las 41 terminales de transporte. También está el de las otras ciudades (1.063 municipios) donde se tienen despachos y no existen terminales (son 49.000 empleos más).

A ello se añaden los puestos de trabajo indirectos, representados en actividades conexas como personal administrativo y operativo que pertenece a las terminales de transporte, estaciones de servicio, recaudadores de peajes, infraestructura vial, mecánicos, personal de vigilancia, pintores, latoneros o carroceros, llanteros, aseadores y restaurantes, que suman unos 560.000 empleos indirectos.

De esta industria en forma directa no solo viven las 125.000 familias de los empleados, sino también las de los pequeños propietarios de vehículos que pueden llegar a ser unos 50.000.

Empresarios del sector consultados por Portafolio, reconocen que el Gobierno les dio una mano con la expedición de un decreto que les permitió a los propietarios retirar el 85% del ahorro que tenían en los fondos de reposición de vehículos.

En la actualidad, las cifras del sector corresponden solo a las registradas en las terminales de transporte, pues no hay una entidad de que recopile la información sobre las rutas y los movimientos reales de pasajeros por carretera.

Desde las 41 ciudades que tienen terminal salen 13,5 millones de viajes al año, cada uno con un promedio de 10,3 pasajeros por vehículo, para un total de 139 millones de viajeros en un solo trayecto. Como se considera que estos regresan, significa que cada año se realizan 27 millones de despachos y se movilizan 278 millones de personas, sin contar con las que recogen en los municipios intermedios, las cuales pueden representar un 25% más para un total de 348 millones de usuarios anualmente.

Desde las 41 ciudades donde existen terminales se despachan vehículos a 691 destinos, es decir que hay 732 orígenes. Esto indica que la cobertura geográfica es del 66%. Existen 1.828 rutas habilitadas oficialmente por el Ministerio de Transporte.

Finalmente, la nueva realidad del sector indica que el costo de los tiquetes tendrán que subir. “Las empresas no pueden operar a los precios que venían haciéndolo antes de la pandemia, debido al aislamiento obligatorio, en el cual solo pueden viajar máximo 50% de ocupación de sillas, lo que significa que para poder prorratear los costos del servicio lo tendrán que hacer sobre un número menor de sillas y por esta razón el precio tendrá que subir, mientras no exista un subsidio del Gobierno”, dijo a este diario una fuente que pidió reserva de su nombre.

Este desolador panorama se refleja en que las empresas de transporte intermunicipal dejan de recibir casi $7.000 millones al día.

Cunde el pesimismo

Las expectativas no son positivas. “Nuestro sector será uno de los últimos en reactivarse, pues el presidente Duque ha dicho que la apertura del transporte intermunicipal solo se permitiría después de junio”, dijo la fuente consultada.

Los transportadores estiman que la desconfianza de la gente a viajar en flota y el bajo poder adquisitivo de los viajeros habituales que pertenecían a esa clase media afectarán el servicio, una vez este sea reactivado.

Adicionalmente, las empresas que sean liquidadas en esta época dejarán un buen número de vehículos parqueados, por lo que existe el riesgo de que sus dueños se dediquen al rebusque en las carreteras sin la seguridad para los viajeros.

“Estimo que la reactivación será muy lenta en los primeros meses, llegando escasamente en diciembre de este año al 35% de lo que se movilizaba en un mes fuera de temporada en el año 2019, y normalizándose en diciembre del 2021, lo que representa menos generación de empleos y más del 50% de los vehículos parados por la disminución de pasajeros y sin poder amortizar la deuda que tienen con los bancos”, dijo Jaramillo.

Algunas salidas

Los transportadores le han expresado al Gobierno la ne- cesidad de gestionar una ley que limite la cuantía de las indemnizaciones en los accidentes para rebajar los costos de las pólizas de responsabilidad civil.

También pi-den que se les permita estar por debajo de la capacidad mínima de transporte (flota vinculada), por un tiempo determinado mientras se recupera del sector, de esta forma se optimiza la operación. Así mismo, proponen crear un grupo élite que combata la informalidad y la piratería en el sector, el cual tenga el suficiente pie de fuerza y las herramientas necesarias para poder ejercer la autoridad.

Fuente: Diario Portafolio

https://www.portafolio.co/economia/la-crisis-del-transporte-intermunicipal-podria-prolongarse-por-2-anos-

 

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