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Presiones y abusos contra los conductores de busetas

Para nadie es un secreto que uno de los trabajos más difíciles es el de conductor de una buseta en Ibagué. La mayoría de la gente no los califica muy bien, los acusa de ser groseros, poco educados y de otros aspectos, pero pocos conocen el verdadero estrés al que se ven expuestos día a día en su oficio, muchas veces presionados por sus mismos patrones o empresas.

Claro, al usuario o pasajero sólo le llega esa pequeña parte del efímero punto de encuentro con los profesionales de la ‘mancha naranja’, pero casi nadie se detiene a pensar en todo lo que hay detrás o la carga emocional y de cansancio que tienen que soportar durante largas jornadas de trabajo frente a la cabrilla.

Sigifredo Benítez (*) es uno de los casi 1.200 conductores de busetas que trabajan en Ibagué, que decidió compartir parte de su historia con LACABRILLA.COM, para crear conciencia entre los pasajeros y denunciar en parte los posibles abusos de los que son víctimas.

Por ejemplo, usted amigo lector, ¿se ha puesto a pensar cuántas horas labora un conductor de buseta al día?

“Muchas veces trabajamos casi 18 horas al día. No siempre, claro. Pero en ocasiones nos levantamos a las 4:00 de la mañana para poder recoger la buseta en el parqueadero e iniciar recorrido a las 5:00, y ese día termina a las 10.00 de la noche en la parqueadero pero llegando casi a las 11.00 a nuestras casas”, dijo Sigifredo.

¿Y qué hacen cuando tienen una urgencia o necesidad fisiológica?

“Pues si la cosa es muy urgente y no da espera para llegar a uno de los paraderos, toca detener la buseta y hablar con los pasajeros claramente. A mi me tocó hace poco hacer esto, y entrar a un baño de una cafetería en la ruta. Los pasajeros entendieron el retraso”, expresó el conductor.

Entonces, qué otra cosa podría generar presión o estrés en los profesionales de la ‘mancha naranja’?

“Sin duda alguna, los controles en los recorridos y los tiempos estimados y obligados a realizar y cumplir. Eso genera mucha preocupación en nosotros. Por ejemplo, hay una ruta en la que de Picaleña al Sena le dan al conductor tres minutos. Por eso muchos ven esas busetas que suben a toda velocidad”.

(*) Nombre cambiado para proteger su identidad, por obvias razones.

Del salario y sus ‘recompensas’

Uno de los aspectos mejor cubiertos y que menos queja produce entre los conductores es su salario. Saben que para ganar más, hay que trabajar y duro, pero por lo menos Sigifredo no se siente mal remunerado.

“Un conductor de buseta puede tener un salario básico cercano al millón de pesos libres, con todos sus pagos de ley y seguridad. La verdad es que en esto no hay problemas, pero también es cierto que según lo pactado con el patrón, uno puede ganar casi dos millones de pesos al mes libres, por pago de porcentaje o bonificación por pasajeros adicionales. Hay rutas que son muy buenas y también hay fechas beneficiosas para todos”, contó Benítez.

Y agregó: “Y hay que decir la verdad, también hay muchos de nosotros que nos ajustamos otra cantidad más de ganancia por los pasajeros que ingresan por la puerta de atrás”.

Muchas de las busetas en Ibagué ya tienen cámaras de seguridad en su interior, pero todo depende de la relación entre el patrón y conductor para que éste último decida si puede o no ‘hacerse unos pesos de más’ dejando entrar pasajeros por la puerta de atrás, algo que inicialmente no está permitido.

Así mismo, las cámaras de seguridad, a pesar que están concebidas como medida contra los atracos, podrían dejar al descubierto muchas de las injusticias e irregularidades laborales que sufren los conductores.

Día de ‘No descanso’

Otro tema que tiene que ver con la salud laboral de los conductores de busetas en Ibagué tiene que ver con su día de descanso, que muchas veces no lo es tanto porque, según Sigifredo Benítez, “en ocasiones toca dedicarle este día al cuidado de la buseta, o a una reparación en el taller. No es siempre, pero sí muchas veces”.

Cambios de rutas

Es usual que los conductores cambien de ruta continuamente. Hay rutas más rápidas y constantes que otras, como la 8 por la carrera Quinta,l que las personas prefieren en vez de otras porque aparentemente las llevan a sus destinos más rápido.

También existen rutas que por el precio de los pasajes dejan mejores ganancias para empresas, patrones y conductores, como la que sube hasta el Cañón del Combeima.

Recuerde…

Que con el Sistema Estratégico de Transporte en Ibagué se espera acabar con la ‘guerra del centavo’, las carreras y ‘las coimas o mordidas’ a los controles.

En cifras:

2

Millones podría ganar un conductor de buseta en Ibagué con ‘ajustes’.

En cifras

1000

Busetas, aproximadamente hay en Ibagué

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